martes, 20 de agosto de 2019

Entrenamiento de Estabilización para Corredores de Medio Fondo y Fondo

1Stanford University School of Medicine. Palo Alto, California, USA. 
2Sports & Orthopedic Leaders Physical Therapy in Oakland, California, USA.

Resumen
Una base sólida de equilibrio y estabilidad básica muscular es esencial para corredores de media y larga distancia. En su experiencia de trabajo con corredores de élite, incluso para aquellos que están a un nivel olímpico, los autores han encontrado que la debilidad o falta de coordinación en la musculatura básica puede dar lugar a menos eficacia de los movimientos de las partes de movimientos compensatorios, y puede ser perjudicial con la excesiva explotación. En este artículo se analiza brevemente la teoría básica detrás de la formación para la prevención de las lesiones de corredores de fondo y mejorar su eficacia y rendimiento. Se detalla una progresión sistemática de ejercicios básicos que pueden ser fácilmente incorporados en un programa de entrenamiento de un corredor en formación. El programa comienza con la restauración de la longitud normal del músculo y la movilidad muscular, para corregir los desequilibrios. A continuación se presentan ejercicios fundamentales para la estabilidad lumbo-esquelética, la enseñanza del atleta para activar la musculatura básica más profunda. Cuando esto ha sido actualizado, se han utilizado ejercicios de estabilidad lumbo-pélvica utilizando el megabalón, ya que esto supone un gran reto. Como el deportista hace la transición en la posición de pie, la formación sensora-motor se utiliza para simular el subcortex y proporciona una base para ejercicios funcionales de movimiento más avanzados, que promueven el equilibrio, la coordinación, precisión y la adquisición de cualidades.

INTRODUCCIÓN
Para los corredores de media y larga distancia que participan en eventos donde hay poderosos movimientos de propulsar el cuerpo hacia delante y hacia sí mismo donde se intentan capturar o coger patrones motores complejos que es esencial para tener una base sólida de equilibrio muscular. En muchos corredores, incluso olímpicos, sin embargo, el núcleo de la musculatura no está completamente desarrollado. Debilidad o falta de coordinación en la musculatura básica puede conducir a movimientos menos eficientes, las putas y la excesiva explotación de estos movimientos puede ser perjudicial. En este artículo se analiza brevemente la teoría para una formación básica detrás de la prevención de lesiones, así como mejorar el rendimiento en corredores de distancia. Luego detalles de una progresión sistemática de los ejercicios básicos que se pueden incorporar fácilmente en el programa de entrenamiento de los corredores.

EL PAPEL DEL CORE
La musculatura básica se compone de 29 pares de músculos que soportan el complejo cadera y parte lumbo-pélvica. Estos músculos ayudan a estabilizar la columna vertebral, la pelvis, y la cadera funcional durante los movimientos. Cuando el sistema funciona de manera eficiente, el resultado es una distribución adecuada de las fuerzas; óptimo control y eficacia en la circulación; adecuada absorción de las fuerzas de impacto en tierra y una ausencia de excesiva compresión, translación o cizalla en las articulaciones.
La primera etapa en el desarrollo del core estable es el desarrollo de los músculos abdominales. Richarson y col. han descubierto que hay dos tipos diferentes de fibras de los músculos (las lentas y las rápidas) que conforman los músculos abdominales, y que, debido que si hay esta diferencia en la composición de las fibras, habrá diferentes ejercicios dirigidos están a formar adecuadamente a los músculos.
Las fibras lentas forman principalmente el sistema local de las capas musculares del músculo abdominal más profundo. Estos músculos están más cerca del centro de rotación de los segmentos de la columna vertebral y, la longitud de los músculos es más corta ya que son ideales para el control intersegmentario, el mantenimiento de la rigidez mecánica de la columna vertebral, y además son los más adecuados para responder a los cambios de posturas y a cargas intrínsecas. El músculo clave de este sistema incluye el trasverso abdominal, multifidus, oblicuo interno, transverso espinal profundo y a los músculos de la base de la pelvis. La contracción de estos músculos produce a través de la fuerza de comprensión y la presión de la fascia intraabdominal un mecanismo que estabiliza y resiste a las fuerzas que actúan sobre la parte lumbar de la columna.
Las fibras rápidas por otro lado, principalmente conforman el sistema general del músculo, que incluye la parte superficial o exterior del músculo. Estos músculos poseen palancas que son capaces de producir alta tensión, o gran velocidad y los arcos de movimiento son más amplios. Los principales de esta capa son el erector espinal, oblicuo externo y recto abdominal. Estos músculos de la espalda y el abdomen se ven reforzados con ejercicios tradicionales que ayudan con los movimientos de la columna vertebral.

Curiosamente, Modges and Richarson han demostrado que no se trata simplemente de que la capa profunda de los músculos abdominales son reclutados durante la estabilización de la columna vertebral, pero es la forma en que son reclutados lo que es importante. El transverso abdominal, multifidus, se consideran como los “músculos estabilizadores” (músculos que están continuamente modulados por el sistema nervioso central y que proporcionan información acerca de la posición), mientras que el global y los músculos largos producen el control de la aceleración y deceleración. Los autores encontraron que contracción de la capa profunda del transverso y del multifidus se produce antes de la circulación de las extremidades, y creemos que esta pre-activación neuromuscular es fundamental en la estabilización de la columna vertebral antes de cualquier movimiento.

Cita
Cita Original
Fredericson, M., & Moore, T. (2005). Core stabilization training for middle-and long-distance runners. New Studies in Athletics, 20(1), 25-37.
Cita en PubliCE Standard
Michael Fredericson y Tammara Moore. (2013) Entrenamiento de Estabilización para Corredores de Medio Fondo y FondoPubliCE Standard.
http://g-se.com/es/entrenamiento-en-atletismo/articulos/entrenamiento-de-estabilizacion-para-corredores-de-medio-fondo-y-fondo-1555

lunes, 18 de febrero de 2019

Biomecánica de la Carrera

Autor: Steve Mangness (web)
Fuente original: libro Science of Running

Resultado de imagen para biomecánica de la carreraEn el ámbito del running la sencilla pregunta de ¿cómo debemos correr? aun no ha sido respondida. Existen muchas clases de falsos gurúes como Pose o Chi, pero la clave para correr correctamente para maximizar el rendimiento es un tema que en gran parte sigue en poder de los entrenadores de élite o de los expertos en biomecánica. Tal como señala Pete Larson en su blog, los entrenadores de élite elogian los beneficios de trabajar en forma activa, pero nadie ha enseñado cómo hacerlo a las masas. En el siguiente artículo, mi objetivo es desenmascarar los “secretos” y aportar las respuestas. La mayor parte de este artículo se basará en información obtenida principalmente de trabajar con entrenadores de pista de clase mundial como Tom Tellez y un gran entrenador de escuela secundaria en Gerald Stewert. Además aportaré lo aprendido en clases de biomecánica en pregrado y posgrado, por lo que podré aportarles un panorama más completo.
El siguiente es un borrador preliminar de un posible libro que estoy tratando de publicar … si es que encuentro la manera de hacerlo :). Que lo disfruten!!.
Correr con una biomecánica adecuada:
Los corredores de distancia y los entrenadores parecen odiar la discusión sobre la forma de correr. La mayoría sostiene la idea de que un corredor encontrará naturalmente su mejor zancada y que esta zancada no debería variar. Sin embargo, al igual que lanzar una pelota de béisbol o de baloncesto, correr es una habilidad que debe ser aprendida. El problema de aprender a correr es que existen muchas ideas erróneas dando vueltas. Esto se debe en parte a la complejidad del proceso y en parte a la falta de comprensión de la biomecánica. Creo que la amplia gama de formas “correctas” de correr ha generado esta actitud de apatía hacia los cambios de forma de la mayoría de los atletas y entrenadores.
El argumento de que correr es un movimiento natural que no debe ser corregido es fácil de disipar. En primer lugar, sabemos que incluso las simples influencias externas, como el tipo de zapatillas que utilizas para correr tienen un gran impacto. En una sociedad donde crecemos usando zapatos desde temprana edad y pasamos la mayor parte de nuestro tiempo caminando sobre superficies construidas por el hombre, es difícil pensar que una década o más de vivir de esta manera no producirá cambios en nuestra mecánica. En segundo lugar, si damos una mirada a los campos de control motor y de aprendizaje motor, podemos encontrar más evidencia. Cuando aprendemos a movernos, a menudo aprendemos por imitación de lo que vemos y por la retroalimentación de los sentidos. Dado que la mayoría de la gente no lleva a sus hijos a observar a corredores de clase mundial en competencias de atletismo, nos vemos obligados a considerar a los “corredores” del vecindario o a jugadores que corren horriblemente en los deportes más populares, como el béisbol, como nuestros modelos infantiles. Otro método de aprendizaje motor se realiza mediante el uso de la retroalimentación (feedback). Un ejemplo simple es aprender a no tocar algo caliente. La primera vez que un niño pone su mano sobre una estufa caliente, aprende rápidamente que no fue una buena idea. De manera similar, si un niño se desarrolla correctamente, rápidamente aprenderá que aterrizar con los talones al correr no es una buena idea. Es doloroso realizar una zancada demasiado larga y golpear el talón contra el suelo. Pero debido a que crecemos utilizando zapatillas sumamente acolchadas, la amortiguación elimina esta retroalimentación negativa. Ya no tendremos consecuencias si golpeamos el talón, entonces, ¿por qué deberíamos evitarlo?
Por último, los estudios sobre control motor aportan algunas ideas interesantes. Al comparar los mecanismos de control de correr y caminar entre humanos y animales, es posible observar algunas diferencias interesantes. En animales como los gatos, el control a nivel de la médula espinal desempeña un papel mucho más importante que en los humanos (Duysens & Van de Crommert, 1998). Los animales que padecen lesiones espinales, pueden recuperar gran parte de su modo de marcha cuando se los entrena en una cinta rodante, mientras que los humanos con lesiones espinales solo pueden imitar parcialmente el movimiento de la marcha. La posible explicación a este fenómeno es que los humanos tienen una mayor dependencia de una mezcla de control superior cerebral y control inferior en la médula espinal que los animales.
Algunos han planteado la hipótesis de que esto significa que la marcha de los animales es mas reflexiva y, por lo tanto, está mas arraigada instintivamente que en los humanos que dependen más del control cerebral superior.
Los beneficios de modificar la forma son enormes. Como se discutió en la sección de Ciencia de este libro, los cambios en la mecánica pueden mejorar la eficiencia. Además, correr correctamente puede reducir el riesgo de sufrir lesiones y, quizás lo más importante, puede aumentar la velocidad base. Lo que he observado es que muchos corredores de distancia que dicen que no tienen velocidad, en realidad simplemente no saben cómo usar su velocidad natural. Nunca aprendieron a correr correctamente, por lo tanto, lo que los detiene es su mecánica no su velocidad. El objetivo de esta sección es delinear cuál es la forma correcta de correr y señalar algunos de los conceptos erróneos más comunes. A diferencia de la mayoría de los métodos para correr, la siguiente metodología se basa en las investigaciones, la ciencia, la observación y la experiencia práctica. Se basa en el sistema creado por expertos en biomecánica de renombre mundial; un sistema que el entrenador de esprints Tom Tellez ha utilizado durante muchos años para el entrenamiento de ganadores de medallas de oro y corredores que han establecido récords mundiales. Estoy sumamente agradecido por la información que ha aportado..
Por razones prácticas, entrenadores y científicos separan la zancada de la carrera en varias fases. Si bien esto es necesario para que podamos conceptualizar la idea, a menudo promueve un enfoque fragmentado para el aprendizaje de una biomecánica adecuada. En su lugar, es necesario tener un enfoque integral que abarque todo el cuerpo. Se requiere considerar al cuerpo como un todo debido a la forma en que el cuerpo interactúa. Cada fase afecta la fase siguiente, y el movimiento de un segmento del cuerpo afecta segmentos del cuerpo completamente diferentes. Cuando observamos la forma de correr desde un punto de vista segmentado, confiamos en el principio de que cada segmento funciona de manera aislada y eso simplemente no es cierto. Por lo tanto, aunque dividir la zancada en fases nos permite una mejor capacidad descriptiva, cuando observamos como corremos, es mejor observar cómo el cuerpo interactúa como un todo.
Cómo correr
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Para recorrer todo el ciclo de carrera, comenzaremos con el momento en que se produce el contacto con el pie y recorreremos la zancada completa. El contacto del pie con el suelo debe ser con el borde exterior del pie y, dependiendo de la velocidad, ya sea con la parte media del pie o con la parte delantera del pie (antepié). El contacto inicial de la parte externa del pie generalmente no se siente y, en cambio, por razones prácticas debe ser considerado como un simple aterrizaje con la mitad del pie/con todo el pie. Al contrario de lo que la mayoría de la gente cree, el contacto inicial del pie no debe ser con el talón, aún cuando se corre lentamente. Como se discutió en la sección de Ciencia de este libro, el aterrizaje con el talón provoca una mayor fuerza de frenado, un menor almacenamiento de energía elástica y un contacto prolongado con el suelo. Al aterrizar con la porción anterior del pie o con la parte media del pie, la acción de frenado se minimiza y el pico de impacto inicial se reduce. Además, el aterrizaje debe ser realizado con el tobillo en una posición neutral, ya que esto posiciona los gemelos y el talón de Aquiles para un uso óptimo de la energía elástica. Una vez que se ha aterrizado, es importante permitir que el pie se cargue. A menudo, el error se comete al tratar de levantar el pie lo más rápido posible, pero recuerda que cuando el pie está en el suelo es cuando la fuerza se transfiere al suelo. Aunque tener un corto tiempo de contacto con el suelo es beneficioso, debería ser el resultado de transferir la fuerza más rápido y no de acelerar el pie. Cargar el pie significa permitirle moverse a través del ciclo de contacto inicial para soportar completamente el cuerpo. Como el contacto inicial se produce con la parte externa del pie, el soporte se desplazará hacia adentro. En quienes aterrizan con la parte delantera del pie, el talón tiene que asentarse y tocar el suelo para lograr una carga adecuada. Mantener el talón alejado del suelo y  permanecer apoyado sobre el antepié no permitirá que se produzca el reflejo de estiramiento en el complejo tendón de Aquiles-gemelos.
Después de la fase de carga inicial, se inicia la etapa de propulsión y el pie comienza a despegarse del suelo. El centro de presión debe moverse hacia adelante y el dedo gordo debe actuar como un mecanismo de bloqueo antes de que el pie deje el suelo. Este bloqueo asegurará que el pie se comporte como una unidad entera, lo que permitirá una mayor propulsión. A diferencia de lo que muchos sugieren, no intentes obtener una propulsión extra con los dedos de los pies. Es demasiado tarde dentro del ciclo de la carrera para pretender lograr una propulsión adicional hacia adelante y, en cambio, provocarás que tu zancada sea mas plana. En cambio, la propulsión hacia adelante debe provenir de la cadera y debemos pensar que el pie está en buen camino, lo cual discutiremos en breve. Esencialmente, una vez que la cadera se extiende, dejemos que el pie actúe solo.
Durante todo este proceso, los gemelos y el tendón de Aquiles pueden utilizar el ciclo de acortamiento-estiramiento y el fenómeno de reflejo de estiramiento. Tras el contacto con el pie, el complejo Aquiles-gemelo pasa de estar en una posición neutral hacia una completamente estirada en la mitad de la postura y totalmente contraída cuando el pie despega. Este ciclo permite el almacenamiento de energía luego del impacto con el suelo y su liberación al despegar. En esencia, el complejo actúa como un resorte, ya que almacena la energía que viene con el contacto con el suelo y luego la libera cuando se produce el despegue del suelo. Un error común es mantenerse demasiado elevado sobre las puntas de los pies y nunca dejar que el talón toque el suelo. Cuando esto ocurre, el complejo Aquiles-gemelo no puede estirarse completamente y por lo tanto pierde la recuperación de energía elástica. Del mismo modo, si un corredor es demasiado rápido con el pie, lo que significa que hace contacto y despega rápidamente del suelo, pierde energía elástica porque el pie y el tendón de Aquiles no pudieron almacenarla y liberarla correctamente. Similarmente, el arco en el pie también almacena energía elástica, ya que inicialmente se comprime y luego rebota. Este mecanismo se produce gracias  a sus propiedades elásticas.
Cuando se produce el contacto del pie, debes centrar la atención en la mecánica de tu cadera. La potencia proviene de la extensión de la cadera, y no de empujar con los dedos de los pies ni de otros mecanismos que comúnmente se citan. El trabajo de la cadera debería ser considerado como similar al trabajo de una manivela o de un pistón. Esta velocidad y grado de extensión de la cadera es lo que controlará parcialmente la velocidad. Una mayor extensión de la cadera producirá una mayor aplicación de la fuerza y una mayor velocidad, por lo que la potencia y la rapidez en la extensión de la cadera ayudarán a controlar la velocidad de carrera. Una vez que la cadera está extendida, el pie despega del suelo y puede comenzar nuevamente el ciclo de recuperación.
Al despegar, debes intentar optimizar el componente vertical y horizontal de la zancada. Si vas demasiado horizontalmente, experimentarás un aplanamiento y no podrás despegar del suelo, perdiendo así el tiempo de aire y la longitud de la zancada. Si te posicionas demasiado verticalmente, estarás muy arriba en el aire demasiado tiempo y  prácticamente rebotarás por lo que no podrás tener una longitud de zancada muy larga. Por lo tanto, es importante optimizar el ángulo y extender la cadera para que tengas un ligero rebote en tu zancada. Una buena sugerencia para realizar esto es mirar el horizonte. Si se mantiene plano, estás demasiado horizontal. Si rebota mucho, estás demasiado vertical. La mejor analogía es que recuerdes la clase de física durante la escuela secundaria y recuerdes como se obtenía la mayor distancia cuando se disparaba una bala de cañón. El ángulo debe ser optimizado, no minimizado.
Una vez que la cadera se ha extendido, comienza la fase de recuperación. Cuando la cadera se extiende correctamente, desencadena un mecanismo de reflejo de estiramiento. Esto funcionaría como una honda en la cual estiras la honda hacia atrás y luego la sueltas. El resultado será que se dispara rápidamente. La cadera funciona de manera muy similar. Si extiendes la cadera la colocas en una posición estirada. Volviendo al caso de la honda, si en lugar de soltarla, intentaras moverla hacia adelante, la banda de la honda avanzará mucho más lentamente. Lo mismo ocurre con la cadera.
Al combinarse el reflejo de estiramiento con las propiedades mecánicas pasivas básicas de la parte inferior de la pierna, el ciclo de recuperación de la pierna se producirá automáticamente. La parte inferior de la pierna se levantará del suelo y se doblará acercándose a los glúteos (qué tan cerca llegue dependerá de la velocidad con la que corras) y luego pasará por debajo de las caderas con la rodilla hacia adelante. Una vez que la rodilla ha avanzado, la parte inferior de la pierna se desplegará y el trabajo del corredor será posicionarla debajo de su cuerpo. El aterrizaje ideal debe ser cerca del centro de su cuerpo y directamente por debajo de la rodilla.
Tratar de mover activamente la pierna hacia la fase de recuperación es otro error común y solo producirá un desperdicio de energía y un ciclo más lento de la pierna durante la fase de recuperación. Otros dos errores frecuentes son tratar de levantar las rodillas al final del ciclo de recuperación y llevar la parte inferior de la pierna hacia los glúteos al comienzo del ciclo de recuperación. Ninguna de estas dos cosas es sana, ya que sería esencialmente como tratar de empujar la honda hacia adelante en nuestra analogía, en lugar de soltarla. El levantamiento activo de la rodilla alarga el ciclo de recuperación sin producir beneficios adicionales en la zancada. En su lugar, es necesario que la rodilla cumpla el ciclo y se levante por sí misma. No debe ser forzada a ir hacia arriba porque el ciclo que describe la rodilla es el resultado del reflejo de estiramiento. Del mismo modo, llevar la pierna hacia los glúteos simplemente desperdicia energía porque los isquiotibiales deben trabajar para realizar esta acción. En cambio, la flexión de la pierna debe ser considerada como una actividad pasiva. Cuan cerca llegue la porción inferior de la pierna a los glúteos dependerá del nivel de extensión de la cadera.
Este fenómeno puede parecer extraño y, a veces, es un concepto difícil de entender. Después de todo, ¿quién tiene la paciencia de no hacer nada durante la fase de recuperación? Pero las investigaciones han demostrado que tanto la actividad muscular durante la fase de recuperación como el uso de energía (la fase de recuperación solo usa el 15% de la energía total de la zancada) demuestran que la pierna está describiendo un ciclo completamente debido al fenómeno de tipo reflejo y a la mecánica pasiva. La investigación en pacientes con lesiones espinales ha demostrado el efecto que tienen el reflejo de estiramiento y la dinámica pasiva sobre la marcha. A pesar de que los pacientes han perdido el uso de la parte inferior de sus piernas, si se les coloca en una cinta rodante, sus piernas realizarán el movimiento de la marcha, siempre y cuando alguien inicie la extensión de la cadera. Si un terapeuta simplemente extiende la cadera de forma manual y luego la suelta, la pierna se doblará levemente a medida que describe el ciclo hacia adelante automáticamente. El movimiento hacia delante y la flexión de la pierna es el resultado del reflejo de estiramiento de la cadera y de la mecánica pasiva. El hecho de que la pierna se flexione ligeramente demuestra que es un problema mecánico simple y que no se produce debido a la contracción muscular activa. Como un simple experimento, juegue con un sencillo objeto con dos articulaciones, empuje la articulación superior hacia adelante y observe que hace el segmento inferior de la articulación. Si se desplaza con una velocidad suficiente, se flexionará debido a simplemente a la física y a la mecánica.
Una vez que la rodilla ha recorrido el ciclo, la pierna debe bajar hacia el suelo para aterrizar cerca del centro de gravedad. El punto en que se toma contacto con el pie, debe ser cuando la parte inferior de la pierna se ubica a 90 grados del suelo. Esto lo coloca en una posición óptima para la producción de fuerza. La pierna no debe extenderse hacia afuera como se ve en la mayoría de los corredores y no debe golpear contra el suelo. Extender la parte inferior de la pierna produce una zancada demasiado amplia y crea una acción de frenado. Otro error común es que la gente extiende la parte inferior de la pierna ligeramente hacia afuera y luego la tira hacia atrás describiendo un movimiento de patada antes de comenzar contacto con el suelo Tratan de mover rápido el pie y generan una aceleración negativa. Esto es incorrecto y no produce tiempos de contacto con el suelo más cortos ni un mejor posicionamiento para la producción de fuerza. En cambio, el movimiento de la patada sencillamente compromete a los isquiotibiales y a otros músculos mas de lo necesario, lo que provoca un desperdicio de energía. La pierna simplemente debería extenderse y caer por debajo del corredor.
Este fenómeno de patada hacia atrás se enseñó originalmente debido a la idea de tratar de crear una aceleración hacia atrás. Este concepto no puede ser avalado porque las fuerzas de frenado siguen siendo las mismas que se producen al hacer contacto con los pies. En segundo lugar, la patada hacia atrás fue creada por la interpretación errónea de datos científicos. Los entrenadores observaron que los isquiotibiales estaban activos durante la última parte de la fase de recuperación en vuelo y asumieron que los isquiotibiales se estaban contrayendo, y por ello tiraban de la parte inferior de la pierna hacia atrás. Por el contrario, los músculos isquiotibiales estaban activos debido a la rigidez de la unidad músculo-tendón necesaria para el contacto con el suelo y para ayudar a la desaceleración del despliegue de la parte inferior de la pierna. La manipulación de la rigidez muscular se produce por dos razones: primero, para absorber energía elástica, ya que un sistema rígido puede utilizar mejor la energía elástica y, en segundo lugar, debido a un proceso llamado ajuste muscular. El ajuste muscular es la forma en que el cuerpo se prepara para el aterrizaje. En esencia, actúa como un sistema de amortiguación integrado para minimizar las vibraciones musculares que se producen durante el aterrizaje. El cuerpo utiliza información sensorial y de retroalimentación para ajustar la amortiguación de manera tal, que las fuerzas de reacción del suelo sean esencialmente las mismas ya sea con una zapatilla acolchada o con los pies descalzos. Cuando se corre descalzo, el ajuste muscular se produce de modo que la amortiguación incorporada se modula para absorber más fuerza.
Hasta ahora, solo hemos hablado sobre la parte inferior del cuerpo, pero las extremidades inferiores y las superiores del cuerpo están unidas entre sí formando una sola unidad. La interacción entre la parte superior e inferior del cuerpo juega un papel muy importante. Primero, debes correr con una postura erguida con una ligera inclinación hacia adelante desde el suelo, no desde la cintura. Los brazos y las piernas deben trabajar de forma coordinada. Cuando la pierna izquierda va hacia adelante, el brazo derecho debe  ir hacia adelante y viceversa para el brazo y la pierna izquierdos. Pero va más allá de la oposición de trabajo de brazos y piernas, cuando ambos se detienen hacia adelante y hacia atrás el movimiento también debe ser coordinado. Cuando el brazo deja de moverse hacia adelante y está a punto de invertir la dirección, la otra pierna debe alcanzar su altura máxima de rodilla antes de comenzar su movimiento hacia abajo. De manera similar, cuando el brazo alcanza su máximo movimiento hacia atrás antes de cambiar de dirección y avanzar, la pierna contraria y la cadera deben estar en su extensión máxima hacia atrás.
El balanceo de los brazos debe ser producido desde los hombros, para que los hombros no giren ni se balanceen. Es un péndulo simple, donde hay movimiento hacia adelante y hacia atrás sin balanceo de hombros ni cruce de los brazos en frente del cuerpo. Durante el avance hacia delante, el ángulo del brazo debe disminuir ligeramente con los puños relajados. Durante el avance hacia atrás deben balancearse hacia atrás justo por encima y detrás de la articulación de la cadera en la mayoría de las velocidades de carrera. A medida que la velocidad de carrera aumenta, el brazo se balanceará un poco mas hacia atrás y finalmente finalizará por detrás y hacia arriba durante el esprint.
La integración de brazos y piernas es crucial. Muchas veces observamos que está sucediendo algo incorrecto con las piernas y de inmediato trabajamos en solucionar el problema ajustando la forma en que está trabajando esa pierna en particular. Por ejemplo, si un atleta extiende la parte inferior de la pierna, inmediatamente intentamos que baje su pierna lo más pronto posible. Además, el problema que se observa en la pierna podría ser simplemente el síntoma. La verdadera causa podría estar en el balanceo del brazo. Una oscilación demorada del brazo o algún defecto pueden provocar un retraso o un defecto en la pierna opuesta. Si observas a alguien correr, los brazos y las piernas deben estar programados para que puedan funcionar perfectamente sincronizados. Si el corredor tiene un problema con la oscilación de sus brazos que provoca un retraso en el típico movimiento hacia delante y hacia atrás, como por ejemplo girarlo hacia adentro o girar el hombro, entonces la pierna opuesta debe compensar este retraso. En muchos casos, la pierna opuesta se extiende hacia afuera como una forma de compensación. Por lo tanto, es importante observar todo el cuerpo y comprender que los brazos y las piernas están sincronizados e interactúan; por lo que un problema en uno de ellos podría ser simplemente una forma de compensación.

Resumen de la forma de correr:
  1. Posición del cuerpo: posición vertical, con una leve inclinación con respecto al suelo. Cabeza y cara relajados.
  2. Pies: tan pronto como la rodilla avance, coloque el pie debajo suyo. Aterrice con la parte media del pie o con el antepié debajo de la rodilla, cerca del centro del cuerpo.
  3. Movimiento de brazos: controle el ritmo, hacia adelante y hacia atrás desde el hombro, sin rotación de lado a lado.
  4. Extensión de la cadera: extienda la cadera y luego libérela.
  5. Ritmo: controle el ritmo y la velocidad a través del movimiento de brazos y la extensión de la cadera.

Cambiar tu mecánica:
Saber cómo correr está muy bien, pero ¿cómo vas a cambiar la forma de correr? Un método popular es dividir la zancada en segmentos y hacer ejercicios para mejorar cada segmento. Sin embargo, este método no funciona. Si recuerdas, cada parte del ciclo de la carrera afecta la siguiente. El cuerpo funciona como un todo, no como una agrupación de diferentes segmentos. Cuando se utilizan ejercicios, pueden imitar visualmente lo que sucede cuando se corre, pero eso es todo. Cuando se realizan los ejercicios de manera aislada, el patrón de reclutamiento de las fibras musculares es muy diferente. Hay poca contribución del reflejo de estiramiento, del ciclo de acortamiento-estiramiento o del almacenamiento y liberación de energía elástica. Un ejemplo sería el uso de patadas hacia los glúteos. Cuando se realiza este ejercicio, la pierna que patea el glúteo lo hace contrayendo el isquiotibial. Cuando la parte inferior de la pierna golpea los glúteos durante la carrera, es el resultado de la extensión de la cadera y de un reflejo de estiramiento, entre otras cosas. Por lo tanto, el ejercicio tiene muy poca transferencia real al trabajo real. Por esta razón, los ejercicios no son útiles para mejorar la mecánica, ya que no imitan la forma de correr biomecánicamente, neuronalmente o el reclutamiento muscular. En su lugar, la forma de correr debería ser trabajada mientras se corre realmente.
Para lograr esto, es necesario dar indicaciones al corredor. Una indicación es una tarea simple en la cual el corredor debe enfocarse mientras corre. Posibles ejemplos incluyen bajar los pies, dejar caer el pie por debajo de ti, extender la cadera o cualquier otra indicación que ayude a reforzar la técnica de carrera adecuada. Las indicaciones van a depender de cual es el problema que debemos corregir. Para no sentirse abrumado el atleta debe enfocarse en una o dos indicaciones posibles a la vez. El objetivo es integrar la forma de correr adecuada hasta el punto en que las indicaciones no sean necesarias.
El proceso de usar indicaciones es simple y consiste en un método de prueba y error. El primer paso es identificar cual es el problema con la zancada de un corredor y luego descubrir cómo cambiarla. Esto ayudará a identificar la indicación que deberá enfocarse. A veces, cuando damos indicaciones, ayudamos a exagerar el punto, como decirle a un corredor que sienta que está poniendo los pies por detrás de si cuando corrige el contacto con el talón. Debido a que lo “normal” es incorrecto, como extender la zancada y hacer contacto con el talón en este ejemplo, a veces al principio es necesario realizar una corrección insistente y repetida.
El atleta debe hacer pequeños avances enfocándose en una indicación a la vez. Cada zancada debe ser grabada en video o analizada por el entrenador. Si después de una indicación, el corredor hace un cambio positivo en la forma de carrera, entonces esa indicación fue exitosa para ese atleta y deben centrarse en esa indicación hasta que sea incorporada naturalmente. Si esa indicación en particular no da como resultado el cambio deseado, el entrenador debería encontrar una indicación ligeramente diferente, esencialmente una forma diferente de comunicar el efecto que se busca. Cada corredor responderá a una indicación de forma ligeramente diferente, por eso es importante utilizar varias maneras distintas de decir lo mismo. Un ejemplo de varias indicaciones diferentes para decirle a un corredor que necesita cambiar el aterrizaje con el talón hacia un aterrizaje con el antepié o con la zona media del pie puede ser: pon los pies debajo de ti; pon tus pies detrás de ti; deja caer el pie tan pronto como la rodilla deje de subir; cuando la rodilla alcance su máxima altura comienza a pensar en bajar el pie; tu zancada es entrecortada.
Una vez que se encuentra una indicación exitosa, el objetivo es incorporar ese estilo de carrera. Para lograrlo, comienza lentamente. Para corredores de distancia, puedes hacer que el atleta practique durante cortos periodos de tiempo en las carreras de distancia. Establecer segmentos cortos de enfoque en la forma no hace que la tarea parezca desalentadora para un corredor de larga distancia. Además, durante los intervalos aeróbicos o el trabajo de ritmo, puedes destinar algunos intervalos en los que el foco se posicione en correr adecuadamente, independientemente del tiempo. Por otra parte puedes incorporar las zancadas antes o después de los entrenamientos como una manera de obtener un tiempo adicional de entrenamiento de la forma para adoptar una buena mecánica. El último paso es la transición de esos cambios a situaciones estresantes. Al correr bajo estrés, como durante una carrera, tendemos a regresar a los viejos hábitos. Tener el enfoque de correr con una buena mecánica durante las competencias de bajo nivel o durante una prueba contrarreloj es una buena manera de comenzar esta transición. Es posible lograr cambios en la forma de correr siempre y cuando se trabaje de forma gradual y consistente.
Este es un resumen abreviado del libro The Science of Running
(consultas Endurance Group)

martes, 6 de noviembre de 2018

Hidratación Deportiva y Sodio


AGUA DE LA DIETA Y REQUERIMIENTOS DE SODIO PARA ADULTOS ACTIVOS

W. Larry Kenney, Ph.D., FACSM | Profesor, Fisiología y Kinesiología | Universidad del Estado de Pensilvania | University Park | PA


PUNTOS CLAVE

• Las recomendaciones del 2004 de consumo de agua y sodio del Instituto de Medicina (IOM por sus siglas en inglés) de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos están dirigidas principalmente a americanos sedentarios. Estas recomendaciones de consumo de agua y sal no deben de aplicarse a los atletas.

• Los atletas que siguen al pie de la letra las recomendaciones del IOM realmente pueden ponerse en riesgo de disminuir sin intención su rendimiento e incluso de presentar consecuencias adversas de salud.

• Las necesidades diarias de líquido en atletas frecuentemente son muy grandes, y confiar solamente en la sed para mantenerse bien hidratado llevará a una hipohidratación persistente.

• El volumen de líquido consumido por los atletas durante, y especialmente después del ejercicio, debe basarse en el volumen de líquido perdido en el sudor. El consumo de líquido recomendado puede estimarse como la diferencia entre el peso corporal del atleta antes y después de la actividad.

• La variabilidad de las pérdidas individuales de sodio por sudor durante el ejercicio es extremadamente grande. A menos de que la restricción de sodio haya sido recomendada a un atleta en particular por razones de salud, los atletas deben adicionar sal a sus alimentos libremente y consumir bebidas deportivas que aporten sodio y otros electrolitos necesarios.


Cómo cubrir las necesidades diarias de líquido

El reto de identificar con precisión y claridad las guías de la población general de consumo de nutrientes es evidente en esta declaración del reporte de las Ingestas Nutrimentales de Referencia (DRI): “...en base al día a día, el consumo de líquidos inducido por la sed y el consumo de bebidas en las comidas, permite mantener el nivel de hidratación y el agua corporal total a niveles normales” (Institute of Medicine, 2004, p. S-5). Esta declaración aparentemente simple es a la vez correcta, incorrecta y algo engañosa. La parte correcta de esta declaración es que, en base a lo diario, la mayoría de los adultos saludables consumen suficiente agua de una variedad de bebidas (aportando alrededor del 80% de las necesidades diarias de agua) y comiendo alimentos (que aportan el 20% restante) para mantener la salud y una función fisiológica apropiada.

La parte incorrecta de la declaración es que la sed determina cuánto bebemos día a día. En realidad, es en gran parte el comportamiento y no la sed, el que dicta el consumo diario de líquido (Phillips et al., 1984). Bebemos cuando comemos, cuando pasamos por una fuente de agua o por el refrigerador de la cocina, y bebemos cuando hay líquidos fríos de sabor agradable fácilmente disponibles, como en reuniones sociales, fiestas y reuniones de trabajo. La sed prácticamente no tiene nada que ver con este tipo de cálculo de entrada y salida de líquido. Llegamos a estar sedientos cuando nuestros cuerpos sienten ya sea una disminución en el agua corporal (percibida como un bajo volumen sanguíneo) o, más frecuentemente, un aumento en la concentración de sodio (principalmente percibida por las células del cerebro). Por lo tanto, experimentamos la sensación de sed sólo cuando nuestros cuerpos están estresados por pérdidas bastante significativas de líquido o cambios en el nivel de sodio (ambas pueden ser modificadas por privación de líquido, sudoración prolongada, diuresis, diarrea y vómito). Aún cuando sentimos sed, la sensación no está bien correlacionada con las necesidades de líquido del cuerpo (Hubbard et al., 1984). Tanto el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM por sus siglas en inglés) y la Asociación Nacional de Kinesiólogos (NATA por sus siglas en inglés) distribuyeron boletines previniendo a las personas físicamente activas en contra de “permitir que su sed los guíe”. Mejor dicho, el mensaje de salud claro e importante debe ser que la sed sola no es el mejor indicador de deshidratación o de las necesidades de líquido del cuerpo, un hecho que es particularmente cierto durante el ejercicio.

La parte engañosa de la declaración, o al menos una que se presta por si misma a la mala interpretación, es exactamente qué significa realmente “en base a lo diario”. La sección del resumen del reporte del IOM sí afirma que, “Dada la variabilidad extrema en las necesidades de agua que están basadas no sólo en las diferencias del metabolismo, sino también en condiciones ambientales y en la actividad, no existe un nivel único de consumo de agua que asegure una hidratación adecuada y una salud óptima para la mitad de todas las personas aparentemente saludables en todas las condiciones ambientales” (Institute of Medicine, 2004, p. S-4). (Por esta razón, no puede establecerse el Requerimiento Promedio - EAR- de agua).

Sin embargo, tanto el ACSM como la NATA tienen la fuerte impresión de que tal advertencia no es suficiente para convencer a la población de adultos activos de que ingerir líquidos antes, durante y después del ejercicio, deporte, trabajo físico, u otras ocasiones de incremento de la actividad, es una parte importante de la regulación de la temperatura corporal y del mantenimiento de la función cardiovascular.

La deshidratación resultante del reemplazo inadecuado de los líquidos durante el ejercicio puede llevar a perjudicar la disipación del calor, lo cual puede elevar la temperatura corporal central y aumentar la tensión en el sistema cardiovascular (Montain & Coyle, 1992; Nadel et al., 1979). La deshidratación es una amenaza potencial para todos los atletas y las personas que se ejercitan por recreación, especialmente para aquellos que no están aclimatados para la actividad ardua en ambientes cálidos. Para reducir al mínimo la posibilidad de golpe de calor y otras formas de complicaciones por calor, los expertos del ACSM y la NATA recomiendan que las pérdidas de agua por sudoración durante el ejercicio sean remplazadas a un ritmo cercano o igual a la tasa de sudoración (American College of Sports Medicine, 1996; National Athletic Trainers Association, 2000).

La mejor forma de lograr esto, que es a la vez la más fácil, es que los atletas se pesen por si mismos antes y después de una sesión de ejercicio. La pérdida de peso indica la prese
ncia de deshidratación y la necesidad de incrementar el consumo de líquido durante futuras sesiones de ejercicio. La ganancia de peso es una señal de que se debe beber menos.

Confiar en la sed es un consejo especialmente malo para los adultos mayores que se ejercitan. Con la edad, la sed llega a ser un indicador aún más pobre de las necesidades de líquido del cuerpo. Para un determinado nivel de deshidratación, los adultos mayores exhiben tanto una reducida sensación de sed como un consumo reducido de líquido.


Recomendaciones del IOM de consumo diario de agua

Debido a que no se pueden establecer los valores de Requerimiento Promedio (EAR) y la Ingesta Diaria Recomendada (RDA) para el consumo diario de agua, por las grandes variaciones en las necesidades de agua en la población, el panel del IOM estableció valores de Consumo Adecuado (AI) de 3.7 L/día en hombres (el equivalente a 16 tazas de líquido) y 2.7 L/día para mujeres (alrededor de 12 tazas). Estos valores representan una cierta mejoría, en comparación con la Ingesta Diaria Recomendada (RDA) de 1989 (National Research Council, 1989. Para las personas físicamente activas, las necesidades diarias de líquido frecuentemente exceden los 3-4 litros por día y algunas veces pueden exceder los 10 litros por día (Institute of Medicine, 2004, p. 4-51). Cuando la pérdida de agua corporal es grande (como es el caso típicamente cuando se suda por más de 2 horas por día), es importante mantenerse al tanto del nivel de hidratación. Existen métodos de laboratorio para evaluar los indicadores de hidratación (a saber, la osmolalidad del plasma, la gravedad específica de la orina y la dilución de óxido de deuterio), pero los atletas pueden confiar en una recomendación simple y práctica. Los atletas involucrados en entrenamiento intenso acompañado de sudoración profusa deben registrar los pesos corporales después de orinar cada mañana y monitorear el color de la orina. Si el peso corporal ha disminuido más de 0.5 kg (alrededor de 1 libra) con respecto al día anterior y si el color de la orina es más parecido al jugo de manzana (oscuro) que a la limonada (claro, casi transparente), es probable que haya deshidratación (Institute of Medicine, 2004, p. 4-24, 4-26) y el atleta debe poner mayor atención al consumo de líquido durante el día.

El reporte del IOM también hace mención de los peligros potenciales del consumo excesivo de líquido, lo que puede, en extremo, provocar una concentración baja de sodio en sangre o hiponatremia (Murray et al., 2003). Aunque es muy raro que la hiponatremia ocurra, es una condición peligrosa que puede surgir cuando los atletas beben demasiada agua, diluyendo el sodio del cuerpo. Es más frecuente verlo en ejercicio de resistencia, como en maratones y triatlones.

El agua y las bebidas deportivas no son peligrosas para los atletas cuando se consumen como se recomiendan, en volúmenes que se acerquen a las pérdidas por sudoración. Sin embargo, el agua apaga la sensación de sed antes de que se alcance la reposición del líquido corporal, así la sed no debe de ser el único determinante de cuánto líquido se consume bajo tales condiciones. El consumo de una bebida deportiva con una cantidad adecuada de sodio (al menos 100 mg/240 ml) estimula a continuar bebiendo, reemplazando más adecuadamente las necesidades de líquidos y electrolitos del individuo activo.


Cómo cubrir las necesidades diarias de sodio

Como es el caso de las necesidades diarias de agua, las necesidades diarias de sodio también pueden variar ampliamente, especialmente para los atletas.

Para los individuos sedentarios, la principal ruta de pérdida de sodio es por medio de la orina.
De manera similar a las recomendaciones de consumo de líquido, las guías del IOM del consumo diario de sodio no deben ser aplicadas a la mayoría de los atletas. Se debe animar a los atletas a adicionar sal libremente a sus alimentos y a consumir bebidas deportivas cuando estén aclimatándose al calor o cuando estén ejercitándose en condiciones de calor. Aunque la disminución del sodio total en la dieta puede ser un consejo sano para el público sedentario, los atletas tienen una necesidad especial de reponer las reservas de sodio. Lo último que debe hacer un jugador de fútbol que inicia entrenamientos dos veces al día en Agosto es reducir drásticamente el consumo de sodio.

Los atletas necesitan más sodio porque lo pierden más en el sudor.

La variación de las pérdidas de sodio en el sudor de los atletas es grande porque algunos atletas son sudadores salados y otros no lo son. El sudor es más salado durante las primeras etapas de entrenamiento y aclimatación al calor que después de que un atleta está bien acondicionado y totalmente aclimatado al ejercicio en el calor.


Cómo cubrir las necesidades diarias de potasio y sulfato

La ingesta adecuada de potasio es importante para disminuir la presión sanguínea, aminorar los efectos adversos del consumo de sal sobre la presión sanguínea, reducir el riesgo de cálculos renales, y potencialmente para reducir la pérdida de hueso (Institute of Medicine, 2004, p. S-7). Se apuntó que el potasio de las fuentes de frutas y vegetales es deseable porque el potasio generalmente está unido al citrato. El citrato actúa como un amortiguador y ayuda a proteger a los huesos de la desmineralización inducida por el ácido (de este modo también protege en contra de la formación de cálculos renales).

La concentración de potasio en sudor rara vez excede de 10 mmol (390 mg)/litro. La mayoría del potasio en el cuerpo es intracelular, y el contenido total de potasio en el cuerpo es muy grande, así, el potasio del sudor representa sólo un porcentaje relativamente pequeño del potasio disponible. Sin embargo, no hay duda de que la sudoración incrementa los requerimientos de potasio de la
dieta. Por esta razón, se debe alentar a los atletas a consumir frutas, vegetales y jugos altos en potasio.

Los requerimientos de sulfato de la dieta son fácilmente cubiertos al consumir aminoácidos que contienen azufre. A diferencia que en el caso del sodio y el cloro, el sudor contiene poco sulfato y no constituye una vía de pérdida significativa de sulfato. Hay cientos de compuestos que contienen azufre en el cuerpo, y se requiere un consumo adecuado de sulfato de las proteínas de los alimentos, agua y bebidas para remplazar las pequeñas cantidades perdidas en orina y heces.